Mucha gente piensa que tener atracones es algo con lo que se tiene que aprender a vivir, que no tiene cura y que simplemente estará a expensas de "controlarlo", manteniéndose alejado de los alimentos que lo "detonan".
¿Qué son los atracones?
Algunas de las palabras que podrían resumir los atracones son: disociación, voracidad, catarsis, alexitimia, pérdida de control, grandes cantidades de comida, intentos de suicidio, pensamientos suicidas, vergüenza, robo de comida, soledad, etc.
Suelen confundirse los atracones con el comer de más o el comer emocional. Por un lado, comer de más significa que comiste más allá de tus señales placenteras de saciedad, puede haber una mezcla de sensaciones y emociones, entre placer y culpa, malestares gastrointestinales, inflamación. Aquí puedes elegir alimentos placenteros sin la sensación de pérdida de control.
Comer emocional podría definirse como el consumir alimentos ante la presencia de emociones displacenteras, sin que exista una señal biológica de hambre (un temazo que abordaré en otra entrada de blog ya que se ha encontrado que esto suele suceder con mayor frecuencia en mujeres dietantes).
"No era ni siquiera comer, era un atracón terminaba, otro atracón terminaba, entonces básicamente tenía 2 opciones o salgo o me termino matando, porque tampoco es vida, es un infierno cuando tienes esa pulsión, esa desconexión y esa voracidad con la comida, no es vida".- Noe Previtera. Los atracones se define como consumir grandes cantidades de alimentos en poco tiempo con la sensación de pérdida de control.
Existen distintos tipos de atracones.
1.-Atracón reptiliano, reflejo de hambruna. Este atracón surge tras la restricción, después de una dieta, controlar calorías y despertar tu hambre primaria, hambre crónica. Tu mente piensa "aprovecho antes de que me vuelvas a dejar en hambruna", o "necesito recuperar la energía que me ha estado haciendo falta". Al final es la parte de tu cerebro más primitiva que está programada para sobrevivir (el cerebro reptiliano) y que toma "el control", suprimiendo tu parte más desarrollada y consciente, el lóbulo frontal.
2.- Atracón por trauma. Esto suelo ocurrir en la temprana edad. El cuerpo/mente recurre a la comida para sobrellevar una situación de abuso físico, emocional, sexual, abandono, etc. (estaré haciéndote otra entrada de trauma). A diferencia del atracón por restricción, en este se ve mayormente involucrada otra área del cerebro que no es el reptiliano, sino el límbico.
En mi podcast de @tucuerpohabla, en el episodio 20 tuvimos como invitada a Noé Previtera, Kinesióloga próxima a ser maestra en neurociencias, coach de comer intuitivo, co-creadora del pódcast Coma y punto y sobreviviente de atracones, que vivió durante 15 años de su vida.
Noé ha dedicado su misión de vida a acompañar a mujeres a recuperarse 100% de los atracones. En su experiencia nos cuenta que estos 2 tipos de atracones tiene distintas características. En el caso del atracón reptiliano suelen ser cantidades más grande que en el de trauma, aquí las personas pueden terminar sacando comida de la basura, ingerir comida de perro, hacer mezclas no agradables, comer comida congelada, elegir alimentos que realmente no le gusta, robarla, etc. En el atracón por trauma "no es tan voluminosa como un atracón reptiliano, si no más bien es como más rumiante, empiezo, empiezo y no termino, son comidas como que si me gustan y si me puedo mantener comiendo mucho tiempo, el reptiliano tiene como muchísima más intensidad es como mucho más puntual".- Noé Previtera.
Los primeros estudios en los que se puede observar los atracones reptilianos, por restricción alimentaria, fue en el estudio de Minnesota, en donde a mediados de los 40s, 36 hombres fueron sometidos a una restricción alimentaria en donde disminuyeron las calorías al punto de no poder pasar de 1600 calorías. Tiempo después empezaron a tener actitudes obsesivas con la comida, así como periodos de atracones. Por otro lado, personas sobrevivientes de los campos de concentración que llegaban a consumir escasas 100 calorías (componente de trauma, así como restricción alimentaria) al regresar a sus casas, ser liberados y tener acceso a suficiente comida, mantuvieron hasta 5 años después una actitud descontrolada con la comida (atracones).
Cuando el atracón del tipo trauma termina siendo uno reptiliano
Una cosa que suele suceder en el caso de haber comenzado atracones por un tema de trauma, es que en la desesperación y la falta de información, se recurra a la dieta o el control con la comida y terminen convirtiéndose en atracones reptilianos. Al mismo tiempo, vivir con atracones puede terminar siendo un evento continuo de trauma.
"Los atracones son algo muy humano, son un gran reflejo de mentención de la vida. Lo que pasa es que si no entendemos porque los estamos gatillando, vamos a seguir gatillándolos siempre y es por eso que los perpetuamos por años".- Noé Previtera.
Los atracones no cesan con fuerza de voluntad
La fuerza de voluntad forma parte de la última zona del cerebro en desarrollarse, el lóbulo frontal. La voluntad es una capacidad finita y cuando se activa la parte más arcaica de tu cerebro, la reptiliana, es como si tratarás de controlar las ganas de hacer pipi o el sueño, desde la lógica lo podrás mantener por un momento, hasta que llega el momento en que "la biología gana".
"Es agotable en sí misma la fuerza de voluntad que tenemos desde nuestro cerebro lógico, de la corteza prefrontal, es 5% de un trabajo mental contra un 95% de otro trabajo natural, que nos está tratando de decir algo, desde nuestra biología y emocionalidad no hay forma de pararla".- Noé Previtera
Curar los atracones
La autora del libro Brain over binge menciona “Estás sano… no hay nada fundamentalmente malo contigo, solo eres una víctima de tu propio cerebro sano, en este momento parte de tu cerebro está conectado de manera que es dañina para ti, pero esto es totalmente corregible, pero para hacerlo se necesitan conocimiento de como funciona el cerebro”.- Kathryn Hansen-
Dos puntos claves que ella aborda sobre el tratamiento son (que desde mi punto de vista van más enfocados a los atracones reptilianos, que si bien es necesaria la neuroplaticidad en los atracones por trauma, el tratamiento puede ser distinto):
Descartar los impulsos de atracones (neuroplasticidad).
Comer adecuadamente (terminar con el ciclo restrictivo).
Si no dejas de comer restrictivamente e insuficientemente, esos impulsos se mantendrán vivos. Tu cerebro necesitará sobrevivir y atracarse si tiene hambre todo el tiempo. Las dietas extremas y la restricción conducen a la los impulsos de atracón. ¿Pero y si me sigue pasando aunque no me restrinja? Habrá que trabajar en el hábito.
Muchas personas que sufren atracones llegan a sufrir de alexitimia ya que, ser constantemente asaltados por las sensaciones corporales, pero estar conscientemente alejados de su origen, provoca la incapacidad de sentir y de comunicar lo que sucede. "La alexitimia, la disociación y la desconexión afectan a las estructuras cerebrales que nos permiten centrarnos, saber qué sentimos y emprender acciones para protegernos".- Bessel Van der Kolk.
Es por ese grado de desconexión corporal, es que entrar de lleno con alimentación intuitiva, puede resultar frustrante para la persona que padece atracones, decir "conecta con tu cuerpo" puede ser abrumador para quien ha aprendido que su cuerpo no es seguro; sin embargo, definitivamente sería la meta llegar a ello.
Me resta decirte que no hay nada de malo en ti, y que si tú estás padeciendo de atracones, no tienes nada de que avergonzarte y créeme tienen solución, no dudes en pedir ayuda. No tienes por qué vivirlo en soledad, superar esto requiere de apoyo de un profesional. Y recuerda, la restricción lleva a atracón.
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